domingo, 11 de noviembre de 2018

Mi héroe moderno

Saúl Craviotto es un piragüista y policía nacional catalán, ganador de 4 medallas olímpicas y del programa  de cocina Masterchef. Nació el 3 de noviembre de 1984 en Lleida. Mide 1,92 metros y pesa 98 kg. Pertenece al club deportivo UCAM (Universidad Católica San Antonio de Murcia) y su entrenador es Miguel García. Los valores principales que él imparte son la disciplina, la perseverancia, el esfuerzo, la responsabilidad, la superación y el sacrificio.

Es un hombre como podría ser cualquier otro, pero con una pequeña diferencia, es un luchador. Saúl a pesar de estar en un deporte minoritario, de los altibajos y  los desequilibrios del piragüismo, nunca ha tirado la toalla, la decepción nunca ha podido con él y sigue ahí, con sus 34 años, sus dos hijas y su mujer las cuales forman parte del pilar fundamental de su apoyo. Y su próximo objetivo no es ni más ni menos que las Olimpiadas de Tokyo 2020.

Con él he aprendido algo muy importante y es que todos y cada uno de nosotros podemos hacer los que nos propongamos, absolutamente todo. El secreto está en la constancia y la determinación a la hora de afrontar tu sueño. Cada persona debe construir su propio camino hacia el éxito, ya que todos somos únicos, llenos de defectos y virtudes; pero con trabajo todos podemos lograrlo. Y un valor súper importante es la humildad, a pesar de haberlo ganado todo, no se compara con nadie, ni se cree mejor o superior que los demás.

Saúl no solo es mi héroe por todo lo dicho anteriormente (que no es poco), sino también por las labores sociales que hace. Pocas personas son conocedoras que de Saúl es embajador de manos unidas, aportando su granito de arena para luchar por un mundo más justo. Ha viajado a Mozambique para vivir la experiencia de realizar un proyecto que va a ayudar a más de 1200 niños a mejorar su calidad de vida, en la cual invierte en deporte (baloncesto, balonmano, fútbol sala…) y a su vez en enseñanza, salud y valores.

En su viaje a Mozambique no solo vio las instalaciones sino que también cocinó para ellos y conoció los sueños e inquietudes de estos jóvenes de Amatongas. Este hombre me ha marcado mucho más que cualquier súper héroe de ficción, este hombre es un héroe, un héroe moderno y real.